Las actividades rítmico-musicales
interactivas, círculos de tambores o como han sido ampliamente reconocidos en
el mundo anglosajón, los "drum circles", son una potente herramienta
para unir personas y ayudarlas a alcanzar su máximo potencial.
Un "Drum Circle" es un
grupo de personas sentadas en círculo que tocan tambores u otros instrumentos
de percusión en forma conjunta y sincronizada. En el, el aporte y la
participación creativa de cada participante es reconocido y validado,
reconociendo la importancia de la diversidad y donde por otro lado somos todos
iguales.
El drum circle es más que el acto
de tocar tambores, es la experiencia compartida de sus participantes.
Un facilitador actúa como un
conductor quien -explicando previamente señales no verbales- dirige y
sincroniza el ritmo, logrando una emotiva y potente orquesta co-creada por
todos los participantes.
Las mismas habilidades y
dinámicas que producen un evento musical exitoso, también se usan en el lugar
de trabajo. Éstas incluyen cooperación, escuchar activamente, flexibilidad,
apreciación de la diversidad, apoyo grupal y comunicación efectiva. Los drum
circles son más frecuentemente usados en entrenamientos, programas de
liderazgo, trabajo en equipo, mejora de clima y otros eventos corporativos.
Normalmente se trata de alcanzar
una experiencia altamente emocional con eventos que motivan y llenan a los
participantes de pura energía positiva.
Dentro del grupo de personas,
surgen diferentes reacciones, muchas veces cargadas de emociones fuertes, las
cuales se van reafirmando y permaneciendo en el tiempo a través del contacto
visual del facilitador, sonrisas, y más lenguaje corporal.
Esta técnica crea
transformaciones positivas en las personas, quienes se sienten en un
ambiente confortable, inclusivo y
acogedor. La naturaleza primordial del ritmo entrega una oportunidad real para
reconstruir la conexión con nuestra propia naturaleza y belleza, puesto que las
vibraciones que emanan del tambor, disipan temores e inhibiciones en minutos.Durante estas sesiones, se puede
observer un proceso único, que fortalece las relaciones de los participantes en
un breve periodo de tiempo y genera unidad a partir de los asombrosos logros
alcanzados por el equipo.
Algunos de los beneficios más
claros y contundentes de estas actividades son, por un lado el componente
emocional que nos permite asimilar de mejor manera lo aprendido, por el otro
que nos coloca en el aquí y ahora. Los diálogos internos cesan; hemos puesto
nuestro ego inmerso en el momento presente sin darnos cuenta, percibimos las
vibraciones puras de la otra gente. Nuestra mente consciente se abre para
aceptar la naturaleza única de las otras personas del grupo y nuestras
reacciones son una señal de aceptación de la realidad actual. Desaparecen las
dudas y los temores, dado que nadie está probándonos, apuntándonos o
condenándonos.
Estamos participando en un
proceso creativo, usando nuestras voces únicas internas, las cuales crean una
película de sonido inimitable.
Fuente: Libera Institute.